Después de consultar con mis sacerdotes, funcionarios cívicos, miembros del laicado y profesionales en los campos de la medicina y la salud pública, considero muy prudente mantener nuestros protocolos que han estado en vigor desde el 25 de septiembre del 2020.
Si bien el gobernador ha reconocido que los servicios religiosos no están sujetos a los límites de capacidad, ten- emos un deber mayor para con nuestra fe en Dios de seguir cumpliendo con los protocolos establecidos en aras de la salud y la seguridad. Por lo tanto, después de consultar con los funcionarios de salud pública y cívicos, y haber recibido informes de un aumento en los casos de COVID-19, he decidido que seguiremos manteniendo nuestro estándar de la capacidad actual. El número de personas que asistirán a la Misa se limitará a un número que pueda estar presente de manera segura teniendo en cuenta la recomendación del 50% de capacidad de las iglesias guardando el debido distanciamiento social, los protocolos requeridos del uso de la mascarilla, la desin- fección de las manos y la recepción de la Sagrada Comunión exclusivamente en la mano.
La distancia de TRES PIES entre las personas asistentes generalmente equivale al 50% de la capacidad del edificio de la iglesia. Las parejas y familias pueden sentarse juntas en el mismo banco como lo harían normalmente y guardando una distancia de tres pies que las separe de las otras personas sentadas en la iglesia. Al entrar a la iglesia por la puerta designada las personas que estén usando una mascarilla o pañuelo sobre la boca y la nariz, se desinfectarán las manos y serán escoltadas por un acomodador hasta el banco en la iglesia. Una vez que el edificio de la iglesia haya alcanzado su capacidad máxima, las personas que lleguen no podrán ser admitidas y serán invitadas a asistir a otra Misa, o serán dirigidas a un salón parroquial, si está disponible, organizado de an- temano para guardar el distanciamiento social y donde la Misa se transmitirá en vivo. A medida que la asistencia a las Misas continúa creciendo, consulte con sus parroquias vecinas antes de agregar temporalmente una Misa adicional al horario parroquial.
Les agradezco profundamente la extraordinaria generosidad que han demostrado al donar alimentos no pe- recederos y tarjetas de regalo a su parroquia local para que se puedan distribuir a través de los bancos de alimentos y otros servicios de ayuda en nuestras parroquias y comunidades locales. Por favor, si puede, continúe haciéndolo y recuerde a Caridades Católicas Fort Worth (CCFW, por siglas en inglés) como el medio ordinario de prestación de atención y servicios a los pobres y los más necesitados. Habrá una necesidad constante y creciente de estas obras de misericordia por parte de los fieles a lo largo de nuestro camino hacia la recuperación. Por favor, no olvide mantener su generosa corresponsabilidad y apoyar económicamente a su parroquia, a través de donativos directos o por correo.
Con respecto a otros tipos de actividades, clases de educación religiosa y reuniones, consulte el Memorando del Vicario General enviado a las parroquias el 11 de septiembre del 2020.
Las escuelas católicas deben seguir las políticas establecidas y aprobadas por la Oficina del Superintendente de las Escuelas Católicas de la Diócesis. No habrán excepciones.
Si bien muchos hogares de ancianos han permitido visitas limitadas, programe las visitas a los enfermos y ancia- nos con mucha precaución. Los sacerdotes aún deben ungir utilizando algodón. Los sacerdotes deben afeitarse la barba o mantenerla recortada para mantener un sello hermético y eficaz al usar y ajustar la mascarilla para evitar la propagación del contagio.